La Berenjena es el nombre que le dimos a la primera casita, la que nos sirvió de prueba y aprendizaje.
Lirio, una amiga, tras verla pintada dijo: "Parece una berenjena"... y así quedó.
Viéndola ahora, tras la construcción de la casa grande, nos provoca un poquito de añoranza.
Las condiciones entonces fueron muy diferentes a las actuales. La accesibilidad a la obra era muy limitada, la mezcla se hacía toda a mano, no cuidábamos tanto los detalles, los niveles, íbamos contrarreloj para evitar la época de lluvias,...
Desde luego fue la mejor manera de probar cómo responden éste tipo de viviendas al frío, al calor, a la humedad, y hasta a los temblores de tierra.
Quedamos tan sumamente satisfechos del resultado, que no dudamos en construir la casa grande utilizando la misma técnica del superadobe.
Lirio, una amiga, tras verla pintada dijo: "Parece una berenjena"... y así quedó.
Viéndola ahora, tras la construcción de la casa grande, nos provoca un poquito de añoranza.
Las condiciones entonces fueron muy diferentes a las actuales. La accesibilidad a la obra era muy limitada, la mezcla se hacía toda a mano, no cuidábamos tanto los detalles, los niveles, íbamos contrarreloj para evitar la época de lluvias,...
Desde luego fue la mejor manera de probar cómo responden éste tipo de viviendas al frío, al calor, a la humedad, y hasta a los temblores de tierra.
Quedamos tan sumamente satisfechos del resultado, que no dudamos en construir la casa grande utilizando la misma técnica del superadobe.
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